Participación en el I Festival Internacional de Música Coral de Lublin.
Del Martes 13 al Domingo 18 de Mayo de 2008.
La Coral «Discantus» de Murcia ha participado este mes de Mayo en el I Festival Internacional de Música Coral de Lublin, invitados por la Universidad Católica «Juan Pablo II» de dicha Ciudad del Sureste polaco, cuyo Coro es el organizador de estas jornadas musicales. De este modo, emprendimos nuestro 5º viaje internacional (Portugal, Argentina, Polonia, China y Polonia) y el 2º a este bello país europeo.
– Martes 13:
Debido a problemas de última hora en los aeropuertos, la salida del Viaje se tuvo que realizar con la Coral dividida en dos grupos. El primer grupo, de 30 coralistas, salió el Martes 13 por la mañana, camino del Aeropuerto de Barajas de Madrid, donde se tomó vuelo hasta la Capital de Noruega, Oslo. En su Aeropuerto hubo que pasar la larga noche. Unos se quedaron en sus instalaciones cenando y medio durmiendo entre divertidos ratos de risas y canciones y otros decidieron desplazarse por su cuenta a Oslo para conocer dicha Ciudad por la noche, de cuya visita volvieron bastante satisfechos.
– Miércoles 14:
A la mañana del Miércoles 14, por fin se pudo tomar vuelo hasta la Capital de Polonia, Varsovia, a donde se llegó a media mañana. En su Aeropuerto «Chopin» estaba esperando a la Coral nuestra compañera Aga, polaca oriunda de Czestochowa, que había marchado a Polonia días antes para visitar a su familia y que nos guió magníficamente a toda la Coral, resolviendo en todo momento las dudas referidas al idioma. Al mismo tiempo, el grupo restante de la Coral, formado por 10 coralistas, salió de Murcia camino de Alicante, en cuyo Aeropuerto tomaron vuelo a Barcelona, donde hicieron parada antes de girar hacia Varsovia. Mientras, en Varsovia, el grupo de la «noche osleña» giró visita al Palacio de Wilanowie, en los alrededores de la Capital, un auténtico espectáculo barroco de suntuosidad, elegancia y obras de arte de primera fila, rodeado por unos bellísimos jardines palaciegos. En los restaurantes del entorno pudimos probar una exquisita muestra de las deliciosas sopas y carnes polacas.
Tras la comida, por fin los dos grupos de la Coral nos encontramos en el Aeropuerto de Varsovia y juntos ya nos desplazamos en autobús hasta Dabrowica, contemplando desde las ventanas los verdes y frondosos paisajes de Polonia, así como sus pueblos, numerosas iglesias, cruces y capillas de camino y floridos cementerios. Llegamos a Dabrowica justo para cenar en nuestro Albergue de Caritas, donde estuvimos perfectamente alojados todos los días del viaje. Dabrowica es una población dispersa situada en las cercanías de Lublin e inmersa en un idílico paraje de praderas y bosques. Allí nos esperaba nuestro amigo César, del Instituto Hispano-Polaco de Lublin, quien nos dio la bienvenida y nos presentó la agenda de nuestra estancia. Una vez cenados, la Coral «Discantus» nos unimos a la reunión diaria que hacen los vecinos de Dabrowica cada noche junto a la gruta de la Virgen de Lourdes, con motivo del mes de Mayo. Allí cantamos el «Ave Maria» de Arcadelt, intercalado entre los cantos marianos en polaco, y rezamos un misterio del Rosario, sucediéndose los avemarías en polaco y en castellano. El emotivo acto concluyó ante el Monumento a Juan Pablo II cantando ambos grupos la canción del Pescador, tanto en polaco como en castellano.
– Jueves 15:
Por la mañana, visitamos la bella Ciudad de Zamosc, declarada Patrimonio de la Humanidad. Allí, en su famosa Plaza Mayor tuvimos un afectuoso encuentro con el Padrino de la Coral «Discantus», D. Antonio González Barnés, que se hizo diversas fotos con nosotros. Y antes del tiempo libre, visitamos la Catedral, precioso templo renacentista donde interpretamos el «Popule meus» de Victoria, que fue muy bien acogido por los grupos de visitantes y de feligreses que en ese momento se encontraban en la Catedral.
De vuelta a Dabrowica, algunos compañeros que no viajaron a Polonia la vez anterior, se quedaron a medio camino, visitando el Campo de Concentración y Exterminio de «Majdanek», sin duda, una visita tremenda tanto para los que la hicimos en la ocasión pasada como para los que entraron ahora.
Tras la comida en el Albergue, fuimos a pasar la tarde libre en Lublin, ciudad sede del Festival Internacional motivo del viaje y llena de encanto en su agradable casco antiguo, lleno de caserones antiguos y de barrocas iglesias. En su populosa Calle Mayor cenamos y, ya en el Albergue, procedimos a realizar una vocalización común y ensayo por cuerdas con vistas a los conciertos oficiales.
– Viernes 16:
Desayuno en el Albergue. Tras el mismo fuimos a Lublin, donde César nos guió una breve visita por su casco antiguo, destacando la visita a la fastuosa Catedral Metropolitana de los Santos Juanes, donde coincidimos con el comienzo de una solemne ceremonia Pontifical y pudimos escuchar la espectacular sonoridad de su gran Órgano.
De la Catedral fuimos directos al Instituto Hispano-Polaco de Lublin, donde tuvimos una recepción oficial con sus dirigentes, profesores y alumnos. Allí intercambiamos regalos de Murcia, como publicaciones de Semana Santa, de nuestra Archicofradía del Resucitado, de Salzillo, y regalos oficiales del Ayuntamiento de Murcia. Ofrecimos un ameno recital de música coral popular murciana y española y luego pudimos conversar en castellano con los alumnos del Instituto. Finalmente, dos aventajadas alumnas de Baile Español nos ofrecieron un elegante y estupendo espectáculo flamenco, que terminó con nuestros bailaores Cristina Salazar y Eduardo Martínez-Osorio compartiendo sevillanas con las bailaoras polacas. Antes de regresar a comer al Albergue, disfrutamos de unas horas libres por el centro de Lublin.
Después de comer, y ya uniformados, acudimos a la Iglesia de la Universidad Católica «Juan Pablo II» de Lublin, donde ofrecimos nuestro primer Concierto oficial, compuesto por una selección de piezas sacras y otra de obras corales populares de Murcia y de España. El Concierto concluyó con la actuación del Coro de la Universidad Católica»Juan Pablo II» y la Orquesta de Cámara de dicha Universidad.
En lo que quedaba de tarde, un grupo decidió quedarse a pasear y cenar en Lublin, y otro regresó a Dabrowica, para cenar en el Albergue y después dar un relajado paseo por los idílicos parajes que lo rodean.
– Sábado 17:
Terminado el desayuno en el Albergue, Ángel Luis, Pilar y César se desplazaron a la Universidad Católica de Lublin para desarrollar diversas actividades científicas y comunicativas con los responsables de esta Universidad. Mientras, el resto de la Coral fuimos de visita turística con Marek y Asja al Santuario de Matki Bozej Kebelskiej, en Wawolnicy, uno de los principales centros de peregrinación del Sureste de Polonia. Allí visitamos la valiosa imagen de la Virgen en su Ermita, obra gótica del Siglo XV. Y en la Basílica del Santuario, que se encontraba llena de miles de niños a punto de comenzar un encuentro de monaguillos, los sacerdotes rectores anunciaron por la megafonía nuestra presencia en el Santuario y nos invitaron a ofrecer un canto polifónico a la Virgen de Bozej. Colocados en posición de concierto en las gradas del Presbiterio y dirigidos circunstancialmente por Eduardo Martínez-Osorio (en ausencia de nuestro Director Titular), interpretamos el «Ave Maria» de Arcadelt asombrados y emocionados por la cantidad de niños y jóvenes que nos escuchaban y por la inmensa ovación con la que nos despidieron. Al salir del Santuario y dando un agradable paseo entre casas de madera ajardinadas, visitamos el Cementerio de Wawolnicy, verdaderamente singular por estar situado en las laderas de un monte y en las profundidades de un espeso bosque.
Para finalizar la mañana tuvimos unas horas libres en un cercano y afamado Balneario y complejo termal, enclavado en una paradisíaca zona boscosa y ajardinada, donde probamos las distintas aguas medicinales de manantial y pudimos comprar diversos objetos artesanos en los puestos de los jardines.
Volvimos a comer al Albergue, ya junto a los que se habían quedado en Lublin y, después de un tiempo de descanso y de un pequeño ensayo y vocalización en la Capilla del Albergue, nos desplazamos a Lublin, al acto central del I Festival Internacional de Música Coral. Éste se desarrolló en la Filarmónica «Wieniawskiego» de Lublin, uno de los más prestigiosos escenarios sinfónicos de Polonia. En su sala de conciertos, presidida por un gran órgano tubular, abrimos el Concierto la Coral «Discantus» de Murcia, con la dirección de nuestro Titular, Ángel Luis Carrillo. Interpretando las siguientes piezas:
– «Popule meus» de Victoria: intercalando intervenciones polifónicas a cargo del octeto formado por las sopranos Cristina Salazar y Gema Hernández, las contraltos Ana Stelea y Pilar Aguado, los tenores José Javier Gambín y Eduardo Martínez-Osorio y los bajos Antonio Emilio Sánchez y José Antonio López; y las antífonas gregorianas a cargo del tenor Alejandro Romero.
– «Peccantem me quotidie» de Morales.
– «Panis angelicus» de Eslava.
– «God so loved the World» (The Crucifixion) de Stainer. Una de las piezas más sentidas por todos y que nos trae tan buenos recuerdos de la visita anterior a Polonia.
– «Salmo CL» de Aguiar. Una pieza sacra contemporánea y trepidante que hizo las delicias del público.
– «El día que me quieras» de Gardel.
– «Habanera soñada». Magnífica composición original de nuestro Director Titular, Ángel, con los poemas a cargo de Antonio Emilio Sánchez, que los recitó en polaco, propiciando una calurosa ovación del público.
– «Vivo sin ti» de Cánovas y Martínez Guirao. Otra de las piezas ya míticas de Discantus, con el sólo de tenor de Alejandro Romero.
– «Manchegas de Calasparra», popular murciana.
– «En la Huerta de Murcia», jota popular murciana. Ambas piezas murcianas adornadas con las postizas de José Javier Gambín.
– «Andaluza» de Civil. Española y exitosa pieza, con el sólo de soprano de Cristina Salazar.
Tras nuestra actuación, vistosamente ovacionada por el público de la sala filarmónica, intervino el Coro de la Catedral de los Santos Pedro y Pablo de Luck (Ucrania), dirigidos por Walentyna Hawryluk, que hicieron gala de su maestría vocal con una breve selección de obras sacras española y ucranianas y terminando con la preciosa «Messe bréve in C» de Gounod. El acto lo cerraron los anfitriones, el Coro de la Universidad Católica «Juan Pablo II» de Lublin y la Orquesta Filarmónica de Lublin, todos bajo la dirección de Grzegorz Pecka, interpretando con gran maestría la brillante»Missa Solemnis ex B» del compositor polaco del XIX Maksymilian Koperski, para coro mixto, cuarteto solista, orquesta y órgano.
Para finalizar los tres directores subieron al escenario a recibir sus respectivos ramos de flores y diplomas, concluyendo la velada con una discreta cena de los tres coros y las autoridades en el Comedor Universitario, donde volvimos a intercambiar regalos de Murcia y oficiales de nuestro Ayuntamiento con el Rector de aquella Universidad Católica y con los dirigentes de su Coro.
El regreso a Dabrowica (en cuyo mismo Albergue se encontraban alojados los ucranianos) lo hicimos en el mismo autobús del Coro de Ucrania, compartiendo canciones de ambos coros. Ya en el comedor y de forma espontánea, nos juntamos numerosos componentes de ambos coros y compartimos unas alegres horas de fiesta, bebida y comida ucranianas e interpretación de canciones por parte de ambos coros (con el «Ave verum» de Mozart que hicimos todos juntos).
– Domingo 18:
A las 5’30 de la mañana partimos del Albergue con destino al Aeropuerto «Chopin» de Varsovia. Al llegar a la Capital, y como nos sobraba tiempo, el conductor del autobús decidió darnos una paseo sin bajarnos del mismo por el centro de Varsovia, desde donde pudimos contemplar sus calles antiguas, algunas iglesias, el inmenso Teatro de la Ópera y la zona administrativa y comercial, con sus característicos rascacielos, destacando el de la Casa de la Cultura y la Ciencia.
Tomamos vuelo de nuevo hasta Oslo, en cuyo Aeropuerto (como bromeábamos algunos, «nuestra segunda casa» después de la primera noche del Viaje) comimos y cogimos vuelo hasta nuestra vecina Valencia, desde cuyo Aeropuerto de Manises volvimos en autobús a Murcia.
En esta ocasión, hemos tenido un Viaje estupendo: no se ha perdido ninguna maleta, no ha habido problemas graves de salud, gozamos de un tiempo en Polonia verdaderamente primaveral y de una impecable convivencia entre todos los compañeros.
Alejandro Romero Cabrera, Tenor y Archivero-Secretario de la Coral «Discantus».
Fotografías cortesía de Salvador